El Barça no sale vivo de la casa del terror
El Barcelona ha cumplido con la tradición y ha sucumbido en su visita al Bayern en la segunda jornada de la Champions (2-0). Primera derrota de la temporada para el equipo de Xavi Hernández, que no aprovechó sus ocasiones y encajó su quinta derrota seguida ante los bávaros. La primera victoria en Múnich deberá seguir esperando. El Allianz Arena volvió a ser la casa del terror. Cinco minutos fatídicos en la segunda parte bastaron para confirmarlo una vez más con los goles de Lucas Hernandez y Leroy Sané.
La alineación de Xavi fue la esperada salvo dos retoques en defensa: la primera titularidad en la izquierda de Marcos Alonso, en la confirmación de que Jordi Alba es el tercer plato por esa banda, y la entrada de Christensen en detrimento de Eric García. Sin sorpresas en los tridentes habituales en la medular y la delantera.
La puesta de escena del Barça en un territorio temible fue estupenda. Aplicando una presión muy alta desde el pitido inicial, sometió al Bayern y si no se fue al descanso con ventaja fue por la mala puntería, oh sorpresa, de Robert Lewandowski. Como si no quisiera hacer daño a sus antiguos compañeros, el polaco desperdició varias ocasiones para marcar en su antigua casa, unas veces por fallo propio y otras por mérito de Manuel Neuer.
La más clara llegó en el minuto 18. Dembélé lanzó el contraataque, Gavi metió el pase de la muerte y Lewandowski la mandó alta con todo a favor. Respiró su antigua hinchada y se lamentó el 9 azulgrana, que aún no había fallado ni una ocasión clara esta temporada. También la tuvo cristalina Pedri, que topó con la pierna de Neuer, y el guardameta volvió a agigantarse para detener con el cuello un cabezazo a quemarropa del polaco.
La tiritera del Bayern le duró media hora, lo que tardó en disponer de su primera ocasión clara, pero Sabitzer disparó fuera. Tan solo Alphonso Davies, un tormento por la banda derecha azulgrana, encontraba claridad en el bando local, con Sadio Mané muy desacertado y Leroy Sané bien sujetado por un eficaz Marcos Alonso que hizo méritos para reclamar la titularidad en los días importantes. Con Dembélé y Raphinha ofuscados, el Barça llegaba al descanso sin romper el candado y reclamando un posible penalti de Dembélé sobre Davies que el árbitro Danny Makkelie ni quiso consultar en el VAR.
Despierta la bestia negra
Nada más volver de vestuarios, Raphinha volvió a rozar el gol, pero su disparo se marchó fuera. El brasileño debió de dejarse el punto de mira en Barcelona. Los continuos errores en la salida de balón de Upacemano no eran penalizadas por el Barça. Demasiada ternura ante un león. Y despertó la fiera dormida.
En cinco minutos de vértigo, el Bayern se lanzó a por el Barça y le propinó dos dentelladas en forma de gol. La primera con un corner cabeceado por Lucas Hernandez. El excolchonero remató completamente solo a dos metros de la línea de gol. La segunda llevó la firma de Leroy Sané, que culminó con exquisitez una gran jugada iniciada por un Musiala, ese diablo incontenible surgido de la cantera del Bayern. 2-0 en un visto y no visto. El Barça tenía media hora para evitar otra decepción en Múnich.
Pero Pedri reafirmó que no era el día. El canario tiró una pared genial con Lewandowski y se quedó solo ante Neuer. Se la picó por encima, pero el balón golpeó en el palo. A su derecha tenía al recién ingresado Ferran Torres para marcar a puerta vacía. Después de varios partidos sumando goles como quien come pipas, el Barça se quedaba cegato en el día menos indicado para perder lucidez.
Ante un Bayern mucho más ordenado gracias a la entrada de Goretzka, el equipo culé se fue apagando con el paso de los minutos y la entrada de los cambios tampoco le sirvió para zarandear el partido. Lewandowski estrellaba un lanzamiento de falta contra la barrera, no llegaban acercamientos claros con la pelota jugada. Apenas dos tímidos intentos de Ferran Torres y Ansu Fati en los minutos finales. El Barça se complica su futuro europeo y el Inter, que no falló ante el Viktoria Plzen (0-2), se convierte en su gran rival por el pase a octavos.